Periódico Nuestra Tierra Nº 19: Auditoría del saneamiento de tierras
La edición 19 de Nuestra Tierra está dedicada al 2 de agosto, una fecha histórica decisiva para las comunidades campesinas e indígenas. Este día está asociado, indisolublemente, con la Reforma Agraria de 1953, aunque también se recuerda la apertura de la educación indigenal, el voto universal y la abolición del pongueaje.
Cuando Evo Morales llegó al poder, en 2006, quiso refundar este día como el Día de la Revolución Agraria, con la intención de implementar una nueva Reforma Agraria en Bolivia. Pero esta lucha, desde el Estado por la tierra y el territorio, terminó abruptamente entre 2010 y 2011, con el conflicto por el TIPNIS. Paulatinamente, la Revolución Agraria de 2006 se vació de sentido hasta que perdió su norte y, así, el 2 de agosto quedó deslucido.
El abandono del 2 de agosto, como fecha histórica, es una señal contundente de los errores y desvíos políticos en el manejo del problema de tierra y territorio en Bolivia, de la crisis del movimiento indígena campesino y de la imposición de los grandes intereses económicos que están por detrás del modelo agrario destructor de la Madre Tierra.
Hoy, las banderas de lucha por tierra y territorio ya no flamean con fuerza. Aunque el conflicto por la tierra y los bosques sigue escalando en Bolivia, el movimiento campesino e indígena atraviesa por una crisis organizacional, al tiempo que se consolida el agroextractivismo.
En este marco, el contenido de esta edición, a los 67 años de la Reforma Agraria, se enfoca en presentar una colección de artículos cortos con distintas temáticas relacionadas con esta fecha histórica para el campesinado y los pueblos indígenas.
Cuando Evo Morales llegó al poder, en 2006, quiso refundar este día como el Día de la Revolución Agraria, con la intención de implementar una nueva Reforma Agraria en Bolivia. Pero esta lucha, desde el Estado por la tierra y el territorio, terminó abruptamente entre 2010 y 2011, con el conflicto por el TIPNIS. Paulatinamente, la Revolución Agraria de 2006 se vació de sentido hasta que perdió su norte y, así, el 2 de agosto quedó deslucido.
El abandono del 2 de agosto, como fecha histórica, es una señal contundente de los errores y desvíos políticos en el manejo del problema de tierra y territorio en Bolivia, de la crisis del movimiento indígena campesino y de la imposición de los grandes intereses económicos que están por detrás del modelo agrario destructor de la Madre Tierra.
Hoy, las banderas de lucha por tierra y territorio ya no flamean con fuerza. Aunque el conflicto por la tierra y los bosques sigue escalando en Bolivia, el movimiento campesino e indígena atraviesa por una crisis organizacional, al tiempo que se consolida el agroextractivismo.
En este marco, el contenido de esta edición, a los 67 años de la Reforma Agraria, se enfoca en presentar una colección de artículos cortos con distintas temáticas relacionadas con esta fecha histórica para el campesinado y los pueblos indígenas.